En este famoso lugar de San Miguel, con vistas a la marina, se elaboran las conocidas queijadas de Vila Franca de Campo do Morgado.
La receta conventual y secular viene de las manos de las antiguas hermanas del Convento de Santo André que, con la persistencia y dedicación de la familia de Eduíno Morgado, consiguieron mantener la receta viva y auténtica, y a la vez convertirla en uno de los dulces más apreciados y valorados de la región.
En este lugar es posible degustar las queijadas en diferentes sabores, como coco y judías, así como la pastelería casera, además de observar la preparación de las queijadas mientras se disfruta de las delicias que se elaboran en el momento.
El espacio abre todos los días entre las 09 a. m. y las 7 p. m.